ciudad de mitos

No podía creerlo, porque simplemente no entraba en su cabeza, llena de problemas que no tenían solucón. Si todo el mundo se para y se comporta para tirarte malaas vibras, no vas a tener un buen día, y eso le pasaba a Dory en ese momento. Cuando te está por pasar algo muy emocionante no lo podés creer y te jugás la cabeza a que no te va a pasar: es demasiado bueno para vos, algo seguro termina saliendo mal.
Un día como cualquier otro, Dory bebía agua. Purificaba el cuerpo, calmaba la ira y después, mucho después la sed. Había salido a las 3 p.m. de su casa para llegar a la reunión a tiempo. Se había retrasado el colectivo (he aquí donde comienza la hsitoria). "-Si el mundo se pone contra vos, ponete contra el mundo." pensó. Dudó un pequeño rato pero luego empezó a caminar, perdiendo el colectivo que se estaba adelantando desde una cuadra antes. Había perdido su primera oportunidad del día. No le importó, le gustaba caminar. Disfrutar del aire libre, de la vida. Cuando tu día comienza mal es muy poco probable que termine bien. Caminando veía pasar uno, tres, diez, veinte colectivos. Todos le servían, pero ella había optado otra opción. Le gustaba respirar con el ritmo que caminaba, sentir su cuerpo, el aire, la luz del sol, y todo lo que pudiera sentir. Jugaba a despegarse de su sombra. Era todo un reto, a Dory le encantaban los retos.
No miraba al frente, miraba su sombra. No miraba adelante, ni la calle. No miraba a la gente, y menos a los autos. Esos autos... rojos, negros, grises, blancos... blancos... un auto blanco! Ella no sentía.
No era cualquier día para Dory. Ella tenía una reunión con alguien, no sabía muy bien con quién. Le habían dejado un mensaje. No necesitaba saber quién era, Dory no temía. Seguía su intuición, y sabía que era importante y... y que debía ir, era su destino.



Bueno, esta historia la escribí hace un par de semanas. Em, de la nada tuve ganas de escribir y se me da siempre por las historias sin final (final abierto, digamos Dory tiene su final, no se si se entiende ja ja ja). La historia no es de lo mejor, pero creo que deja un mensaje a cerca del destino. A veces la muerte en sí nos deja mensajes, a veces no los vemos o quizás si y por eso estás leyendo mi pequeño cuento. Mi papá lo leyó y no le gustó mucho, por lo tanto casi lo quemo más o menos, ya que la opinión de mi viejo vale mucho, sobre todo con cosas como éstas, porque él sabe mucho y escribió varias cosas muy buenas. Espero no aburrir, tiene muchos puntos comas y puntos suspensivos, pero es mi manera de generar que la gente se enganche más. Saludos, gracias por leer.