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viernes, 19 de febrero de 2010

misión imposible

No sería capaz de hacer tantas cosas que hace la gente. Tantos "tal cual". Yo no podría, y ni siquiera puedo. Acá estoy, sin avanzar ni retroceder. Pero, qué es mejor, avanzar o retroceder. Decido que nada sea mejor, decido quedarme, y eso es peor que las dos cosas. Simpre tengo miedo a lo nuevo, a lo desconocido, por eso no avanzo. En cambio, si uno retrocede vuelve a lo que ya sabe. Está preparado. Es como quedarse en una isla desierta y tener capacidad para sobrevivir, o no tenerla (sí, hoy vi el naufrago y me quedé totalmente sensible: link). No me acuerdo de la última vez que avancé. Quizás estoy avanzando diciendo esto y descargando mis penas, que tampoco digo que sean gran cosa.
Estuve viendo un verano en pantalones, fue un dia muy pochoclero. En una parte una de las cuatro chicas dice: "Él (refiriendose al chico con el que no puede estar, una historia con aromas de Romeo y Julieta), todavía está abierto al amor, después de perderlo todo. Y yo, que no he perdido nada, no puedo abrirle los brazos". La frase dice algo así, honestamente no me la acuerdo exactamente, porque no la escribí, pero me parecío muy cierta en cuanto a lo que yo siento. Creo que hay gente que todavía deja pasar el amor cuando pasó por millones de cosas que lo lastimaron, cosas que te dejan una marca para siempre, que nunca olvidás. Y yo, en cambio, no me pasó nada, soy una persona totalmente común, la cual tiene una familia que no me puedo quejar, unos amigos de los cuales tampoco me puedo quejar. Pero, sigo sin poder abrir las puertas. Es tan difícil, y uno no quiere que sea así, pero le encantaría cambiar las cosas que sabe que le hacen mal, y al mismo tiempo lo usa de defensa, de escudo.
Después de que una esté sensible se le da por escribir estas cosas, en las cuales se desahoga de una manera inexplicable, la cual se la recomiendo a todos, realmente es muy bueno escribir en el blog, o en cualquier simple cuaderno. No hay que tener miedo del entorno. No hay que tenerse miedo a uno mismo. Estamos en un mundo en el cual no dejamos de aprender: nunca.

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Every day it is like an open door

Every night is a
fantasy